jueves, 20 de septiembre de 2007

La historia de la "Perra"




Quienes me conocen saben que soy muy familiar, y dentro de los míos hay dos personas especiales. Mi hermano Jesús Odoardo - no me equivoqué al escribirlo, es así - y José Antonio, mi primate.

Cuando comencé el quinto año de bachillerato en el liceo Alirio Arreaza Arreaza de Puerto La Cruz, mi "bro" le tocó dejar la casa porque comenzó a fumar droga. Embuste, se lo creyeron. Comenzaba en el 2001 la universidad en el pueblo que vio nacer a mi madre Aracelis del Coromoto Morales. Zaraza, el Atenas del Guárico; Corazón de Venezuela.

Se fue un domingo de abril, cuando un animal pitaba en su programa botando a gerentes de Pdvsa, días antes del conocido 11 de abril.

La política, para otro escrito. Ahí comencé a estar solo en mi cuarto. Todo el mundo decía que iba a sufrir, pues es verdad, desde siempre fuimos un dúo especial. Pero la otra verdad es que fui muy feliz. Todo era mío. Con el pasar del tiempo yo seguí a la universidad y después comencé a trabajar.

Todo este preámbulo era para llegar acá. Fue en el diario El Nuevo Día donde le conseguí trabajo a mi primo José Antonio. Comenzó hace un año - octubre 2006 - como fotógrafo del periódico, y aún está. Cuando entró yo le advertí que no podíamos llamarnos como lo hacíamos en los cumpleaños de la familia Morales, navidades o domingos de sopa de la tía Carmen.

Ambos nos llamábamos Perra. Muchos se preguntarán por qué ese adjetivo un poco animal. Para los curiosos que lograron leer todo la pa... anterior, aquí les va el origen del remoquete de nosotros.

Era la década de los 90's en la casa de mi abuela María Daría Zamora de Morales, allá en el piso cuatro del edificio 5 de Julio en Puerto La Cruz. Para mi "abue" era una felicidad tener a Jesús - su adoración - y a mí - el más pequeño (bueno todavía) - en su apartamento. Nos enseñó a jugar caída, nos veía con el Nintendo, se calaba el Chavo y Los Simpsons con nosotros y hasta estaba detrás de Jesús y de mí para que nos bañáramos.

Pero mi abuela se desajustaba cuando estaba "Toto" (José Antonio) junto a nosotros. Éramos de cuidado. Todos los sábados, luego del Alegre Despertar de Venevisión, comenzábamos a buscar qué hacer. Siempre terminábamos por jugar Ricky, el perro.

El inventor era José Antonio, por lo tanto EXIGÍA ser el protagonista. Yo que no me quedaba atrás me adelantaba a mi hermano y me ponía al mando del barco como el Capitán. Quedaba un papel, que era el del Niño Pobre; "lástima Jesús, te volvió a tocar".

La secuencia era la siguente; José se colocaba una bata de baño rosada, y se amarraba la cinta que sujetaba la pieza de baño entre el cuello, para que lo pasearan. Quien controlaba el barco - el chinchorro del cuarto loco de casa de mi abuela, agrandado con las almohada de la dúplex - era el Capitán, es decir yo.

En una primera escena aparecía el Capitán, y veía al perro rosado y le decía que subiera para continuar el viaje. Ricky traía como un juguete de Mattel, una lamparita morada que le había regalado mi papá en navidad a mi tía Carmen con sus pilas, y para colmo hablaba. Mandaba más que Chávez en Aló Presidente.

El papel de Jesús, mi hermano, era llegar por el pasillo con una almohada puesta como un bacala'o. Con la cara arremingada y llorando, pidiendo comida y abrigo, se aparecía Niño Pobre. Jajajajaja, mi hermano se prestaba para unas vainas. Ténían que ver una escena un poco homosexual, cuando el perro que hablaba consolaba al infante.

Posteriormente salíamos los tres en la búsqueda de un tesoro, que siempre estaba en el clóset de mi tía Carmen. Era un cofre con papeles con un barco pintado en la tapa. Era ahí cuando Ricky utilizaba la lamparita hurtada a mi tía. A gastar pilas!!!!!!!! Al final nos cansábamos y comenzábamos a saltar en la cama del cuarto.

Cuando adolescentes recordamos todo esto y en el mueble de la sala nos empezamos a decir "Perra", como burla a nuestro juego original. Así quedó hasta ahora. Donde nos conocen a José Antonio y a mí (Andrés), nos llaman Perra. En mi teléfono está guardo así, y pasarán muchos años que se nos olvide la historia.

3 comentarios:

Erwin García dijo...

Perra, ya te lo había preguntado, porque me parecía muy ofensivo para venir de tí. Qué buenos recuerdos. Un abrazo. Pasa por casa. Hay un mensaje para hombres de buena voluntad.

NeoGabox dijo...

Jejejeje ya eso de perra me estaba asustando jejeje, que bueno que explicaste de donde vino... Saludos

Anónimo dijo...

JAJAJA QUE RISA RECORDAR TODAS ESTAS COSAS, PERO SON TODAS CIERTAS, CONFIRMADA LA HISTORIA SALUDOS A TODOS ESPECIALMENTE A LA PERRA MI PRIMATE, ATENTAMENTE YO "LA PERRA"