Estas oportunidades se las agradezco a Dios, por permitirme hacer conocer el mundo que yo desconozco y que los demás también. Conozcan este personaje de las calles de Puerto La Cruz, en la crónica de su muerte.
Publicada en el Diario El Nuevo Día
...Ellos eran quienes miraban con tristeza la labor de los detectives de Puerto La Cruz, quienes recogían el cuerpo inerte de Lolita; la señora que amaneció sin vida hoy en la mañana, en el mismo lugar donde pernoctaba desde hacía cuatro años.
Los transeúntes de la calle Sucre en el casco central de Sotillo, al comienzo de la rutina sabatina empezaron a notar que la mujer de aproximadamente 48 años de edad que yacía debajo de la Peluquería Pelitos, muy cerca del Paseo Colón, estaba acostada sin hacer movimiento alguno.
Ángel Almeida se atrevió a acercarse a pesar de que Ellos tenían una cara anormal. Al tocarla sintió la frialdad que presentan las personas cuando se despiden del mundo real. El dueño de la barbería de niños, Osmar Rodríguez, acompañó al peatón Almeida a notificarle del deceso de Lolita a una comisión de la Policía del municipio Sotillo, y así hacer el llamado a los encargados del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Puerto La Cruz.
Mientras acordaban el lugar donde se apreciaban bolsas de medicinas, entre las que se hallaban vitaminas, y los restos de la fémina, se acercaban quienes conocieron a la señora de la calle, que durante cuatro años se hizo conocer como Lolita , una mujer que caminaba el centro de la localidad y el Paseo Colón junto a Ellos, sus fieles guardianes.
No la calificaron como agresiva, sino amante del licor. Su vida concluyó la madrugada de este sábado, y ahora guarda su cuerpo en las frías neveras del Luis Razetti de Barcelona, esperando a que la reconozcan sus allegados, sino compartirá una habitación común en el cementerio de Puerto La Cruz.
Sólo Ellos la recordarán, pues Ellos disfrutaban de su compañía. Y es que era costumbre ver a Lolita en las calles junto a sus dos perros guardianes; Ellos únicos testigos del deceso de esta mujer. Ahora están huérfanos y con el dolor entumecido en sus rostros...
Los transeúntes de la calle Sucre en el casco central de Sotillo, al comienzo de la rutina sabatina empezaron a notar que la mujer de aproximadamente 48 años de edad que yacía debajo de la Peluquería Pelitos, muy cerca del Paseo Colón, estaba acostada sin hacer movimiento alguno.
Ángel Almeida se atrevió a acercarse a pesar de que Ellos tenían una cara anormal. Al tocarla sintió la frialdad que presentan las personas cuando se despiden del mundo real. El dueño de la barbería de niños, Osmar Rodríguez, acompañó al peatón Almeida a notificarle del deceso de Lolita a una comisión de la Policía del municipio Sotillo, y así hacer el llamado a los encargados del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Puerto La Cruz.
Mientras acordaban el lugar donde se apreciaban bolsas de medicinas, entre las que se hallaban vitaminas, y los restos de la fémina, se acercaban quienes conocieron a la señora de la calle, que durante cuatro años se hizo conocer como Lolita , una mujer que caminaba el centro de la localidad y el Paseo Colón junto a Ellos, sus fieles guardianes.
No la calificaron como agresiva, sino amante del licor. Su vida concluyó la madrugada de este sábado, y ahora guarda su cuerpo en las frías neveras del Luis Razetti de Barcelona, esperando a que la reconozcan sus allegados, sino compartirá una habitación común en el cementerio de Puerto La Cruz.
Sólo Ellos la recordarán, pues Ellos disfrutaban de su compañía. Y es que era costumbre ver a Lolita en las calles junto a sus dos perros guardianes; Ellos únicos testigos del deceso de esta mujer. Ahora están huérfanos y con el dolor entumecido en sus rostros...
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