sábado, 29 de septiembre de 2007

La realidad del día a día



Por mucho que te canses y
Esfuerces; por más que llores y
Rías, siempre consigues con pena e
Inimitable alegría, el sueldo
O salario por el que te "jodes" el día.
Dime tú si no es cierto, cuando
Imaginas una salida, se aparece un
Sindicalista, un muerto o un ministro que
Te “come” el tiempo, dejando todo,
Antes de que te amonesten, griten o
Simplemente se te olvide el cuento.

jueves, 20 de septiembre de 2007

La historia de la "Perra"




Quienes me conocen saben que soy muy familiar, y dentro de los míos hay dos personas especiales. Mi hermano Jesús Odoardo - no me equivoqué al escribirlo, es así - y José Antonio, mi primate.

Cuando comencé el quinto año de bachillerato en el liceo Alirio Arreaza Arreaza de Puerto La Cruz, mi "bro" le tocó dejar la casa porque comenzó a fumar droga. Embuste, se lo creyeron. Comenzaba en el 2001 la universidad en el pueblo que vio nacer a mi madre Aracelis del Coromoto Morales. Zaraza, el Atenas del Guárico; Corazón de Venezuela.

Se fue un domingo de abril, cuando un animal pitaba en su programa botando a gerentes de Pdvsa, días antes del conocido 11 de abril.

La política, para otro escrito. Ahí comencé a estar solo en mi cuarto. Todo el mundo decía que iba a sufrir, pues es verdad, desde siempre fuimos un dúo especial. Pero la otra verdad es que fui muy feliz. Todo era mío. Con el pasar del tiempo yo seguí a la universidad y después comencé a trabajar.

Todo este preámbulo era para llegar acá. Fue en el diario El Nuevo Día donde le conseguí trabajo a mi primo José Antonio. Comenzó hace un año - octubre 2006 - como fotógrafo del periódico, y aún está. Cuando entró yo le advertí que no podíamos llamarnos como lo hacíamos en los cumpleaños de la familia Morales, navidades o domingos de sopa de la tía Carmen.

Ambos nos llamábamos Perra. Muchos se preguntarán por qué ese adjetivo un poco animal. Para los curiosos que lograron leer todo la pa... anterior, aquí les va el origen del remoquete de nosotros.

Era la década de los 90's en la casa de mi abuela María Daría Zamora de Morales, allá en el piso cuatro del edificio 5 de Julio en Puerto La Cruz. Para mi "abue" era una felicidad tener a Jesús - su adoración - y a mí - el más pequeño (bueno todavía) - en su apartamento. Nos enseñó a jugar caída, nos veía con el Nintendo, se calaba el Chavo y Los Simpsons con nosotros y hasta estaba detrás de Jesús y de mí para que nos bañáramos.

Pero mi abuela se desajustaba cuando estaba "Toto" (José Antonio) junto a nosotros. Éramos de cuidado. Todos los sábados, luego del Alegre Despertar de Venevisión, comenzábamos a buscar qué hacer. Siempre terminábamos por jugar Ricky, el perro.

El inventor era José Antonio, por lo tanto EXIGÍA ser el protagonista. Yo que no me quedaba atrás me adelantaba a mi hermano y me ponía al mando del barco como el Capitán. Quedaba un papel, que era el del Niño Pobre; "lástima Jesús, te volvió a tocar".

La secuencia era la siguente; José se colocaba una bata de baño rosada, y se amarraba la cinta que sujetaba la pieza de baño entre el cuello, para que lo pasearan. Quien controlaba el barco - el chinchorro del cuarto loco de casa de mi abuela, agrandado con las almohada de la dúplex - era el Capitán, es decir yo.

En una primera escena aparecía el Capitán, y veía al perro rosado y le decía que subiera para continuar el viaje. Ricky traía como un juguete de Mattel, una lamparita morada que le había regalado mi papá en navidad a mi tía Carmen con sus pilas, y para colmo hablaba. Mandaba más que Chávez en Aló Presidente.

El papel de Jesús, mi hermano, era llegar por el pasillo con una almohada puesta como un bacala'o. Con la cara arremingada y llorando, pidiendo comida y abrigo, se aparecía Niño Pobre. Jajajajaja, mi hermano se prestaba para unas vainas. Ténían que ver una escena un poco homosexual, cuando el perro que hablaba consolaba al infante.

Posteriormente salíamos los tres en la búsqueda de un tesoro, que siempre estaba en el clóset de mi tía Carmen. Era un cofre con papeles con un barco pintado en la tapa. Era ahí cuando Ricky utilizaba la lamparita hurtada a mi tía. A gastar pilas!!!!!!!! Al final nos cansábamos y comenzábamos a saltar en la cama del cuarto.

Cuando adolescentes recordamos todo esto y en el mueble de la sala nos empezamos a decir "Perra", como burla a nuestro juego original. Así quedó hasta ahora. Donde nos conocen a José Antonio y a mí (Andrés), nos llaman Perra. En mi teléfono está guardo así, y pasarán muchos años que se nos olvide la historia.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Día de corte de pelo



Unos dicen que me queda bien, otros que ya es hora. Lo cierto es que tengo un trauma con los cortes de cabello desde pequeños.

En este estado de pre madurez les voy a confesar porqué temo a que le echen tijera a mi cabellera. En la infancia mis papás me llevaban junto a Jesús, mi hermano, hasta la peluquería Pibelandia en la calle Maneiro de Puerto La Cruz.

Aquellos lagrimones que soltaba cuando me sentaban en la silla en forma de caballo y de color rojo - claro tamaño de jinete tenía... bueno tengo - crecían como comiquita china cuando veía acercarse a las peluqueras con cabellos abultados, de moda a principios de los 90's.

Ellas con sus frías manos de aire acondicionado y con pelos en ellas, comenzaban jugar con mi cabeza, de allá para acá, sin tener el más mínimo cuidado por mi cervical. La rabia o impotencia se acrecentaba cuando yo seguía llorando, y mis padres veían, opinando de vez en cuando cómo debería quedar el corte.

Ahí seguía yo con una bata roja donde caía un poco de pelo, porque la mayoría entraba por debajo de la camisa.

La cumbre del momento era cuando veía acercar la hojilla blanca para terminar de sacar el corte de cabello. Me movía para todos lados, y siempre terminaba cortado. Sólo anhelaba la sensación del talco Menen sobre la piel que calmaba mi dolor.

Cuando pensaba que todo estaba listo, me quitaban la batola y era cuando me percataba que el cepillo de cerdas largas lo que hacía regarme los menudos pelos con rigurosidad, en lugar de quitarlos.

Después de los ojos rojos, y de escuchar la salsa fastidiosa de peluquería sintonizada en Bahía AM, recibía una chupeta redonda envuelta en papel transparente y con relieve, simulando una raqueta de tenis. !Qué rica¡

He ahí el trauma por cortarme el pelo, y me acordé hoy lunes cuando vi a mi primito en unas fotos que le realizó su madre para una exposición, y que se publicaron en el cuerpo Escenas de El Nacional.

Por favor, no me reclamen cuando no me corto el pelo o no me afeito. Me aterran las hojillas y las tijeras en manos "quitacervicales"

sábado, 15 de septiembre de 2007

Lolita murió al lado de sus perros

Estas oportunidades se las agradezco a Dios, por permitirme hacer conocer el mundo que yo desconozco y que los demás también. Conozcan este personaje de las calles de Puerto La Cruz, en la crónica de su muerte.
Publicada en el Diario El Nuevo Día
...Ellos eran quienes miraban con tristeza la labor de los detectives de Puerto La Cruz, quienes recogían el cuerpo inerte de Lolita; la señora que amaneció sin vida hoy en la mañana, en el mismo lugar donde pernoctaba desde hacía cuatro años.

Los transeúntes de la calle Sucre en el casco central de Sotillo, al comienzo de la rutina sabatina empezaron a notar que la mujer de aproximadamente 48 años de edad que yacía debajo de la Peluquería Pelitos, muy cerca del Paseo Colón, estaba acostada sin hacer movimiento alguno.

Ángel Almeida se atrevió a acercarse a pesar de que Ellos tenían una cara anormal. Al tocarla sintió la frialdad que presentan las personas cuando se despiden del mundo real. El dueño de la barbería de niños, Osmar Rodríguez, acompañó al peatón Almeida a notificarle del deceso de Lolita a una comisión de la Policía del municipio Sotillo, y así hacer el llamado a los encargados del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Puerto La Cruz.

Mientras acordaban el lugar donde se apreciaban bolsas de medicinas, entre las que se hallaban vitaminas, y los restos de la fémina, se acercaban quienes conocieron a la señora de la calle, que durante cuatro años se hizo conocer como Lolita , una mujer que caminaba el centro de la localidad y el Paseo Colón junto a Ellos, sus fieles guardianes.

No la calificaron como agresiva, sino amante del licor. Su vida concluyó la madrugada de este sábado, y ahora guarda su cuerpo en las frías neveras del Luis Razetti de Barcelona, esperando a que la reconozcan sus allegados, sino compartirá una habitación común en el cementerio de Puerto La Cruz.

Sólo Ellos la recordarán, pues Ellos disfrutaban de su compañía. Y es que era costumbre ver a Lolita en las calles junto a sus dos perros guardianes; Ellos únicos testigos del deceso de esta mujer. Ahora están huérfanos y con el dolor entumecido en sus rostros...

viernes, 14 de septiembre de 2007

La mano de muerto de Isis




Buena época

Ana Felisa Acosta López, Andrés Astudillo y Susana del Carmen Pérez Palacios
Susana y Andrés
Jonás, Ana, Susana, Sofía, Carlos y Andrés
Susana, Ana, Carlos, Andrés y Sofía
Ana, Bernabé, MaryCaro, Carlos, José, Andrés, Susana, Tessa y Merlis

Con la vida...


Muchas veces me he encontrado con la muerte pero vista detrás de una libreta y un lapicero. Sólo le pido a Dios que me lo permita seguir haciendo de esa forma. Es difícil expresar el rostro de una madre que nunca espera la muerte de su ser querido, siendo buena o mala persona. La rabia e impotencia de saber que no harán nada para buscarle justica a la víctima, siempre terminará en convertir a nuevos vengadores que apenas conocen la mitad de sus vidas.

Sin duda alguna, la política hace la rutina diaria de los pueblos, pero es difícil entender que la violencia se ha convertido en el pan nuestro de cada día, pues ya las personas ven con costumbre la muerte a balazos de una persona. Con el pasar de los años, las decesos violentos pasarán a formar parte de los casos clínicos.

Hay días en los que me arrepiento de haber escogido la fuente de sucesos para desarrollar mi profesión, pero definitivamente he aprendido a ser humano, pues la vida de cualquier venezolano, socialista o no, merece el respeto y condena de cualquier organismo o ente.

Me despido con un chiste, para tratar de animar los días de quienes amargan sus días con el trabajo. "Los periodistas de sucesos se acercan hasta la casa de Cperucita Roja preguntarle sobre el rumor de que el Lobo Feroz la había violado. Ella responde: Caperucita Roja no, Caperucita de Feroz".


Se les quiere

jueves, 13 de septiembre de 2007

Hola:D



En el día a día es difícil descubrir esas cosas que están a tu alrededor, y que están tan a simple vista que se ríe de nosotros. La vída te da sorpresas, como dice la canción. Espero que esas cosas que se han vuelto invisbles las podamos recuperar con este espacio que a partir de hoy prometo cultivas.

La rutina nos debe regalar una hora de nuestras vidas para hacer la tarea de comunicarnos. Quizás podrás encontrar muchas cosas de las que hago en el día, que no es más que escribir de desgracias de gente que aún esperan el día de su suerte.

Bueno como a mí no me gustan los textos largo, no los haré así.
Se les quiere.