He visto con preocupación la divulgación de un supuesto pacto Papi y Mami. Lo han vinculado a personajes políticos del acontecer del estado Anzoátegui. Alegan que los dirigentes partidistas dan el apoyo a Mami , si acompañan a Papi.
Se equivocan. El pacto papi y mami ha existido desde siempre en Venezuela, y ha tenido como encubridores al "Niño Jesús" y al "Ratón Pérez".
Sí señores. Papá y mamá siempre han querido engañarnos, y para ello hicieron un pacto. Creen ustedes que debajo del arbolito o cerca de la cama aparecían los regalos por "obra y gracia" del Señor.
No era un niño empañalado que cargaba una bicicleta con un saco blanco, como yo me lo imaginé. No era un ratón, a quien yo aseguré ver muy parecido al de Energizer (casi una rata). Ahora ¿dónde están las cartas y los dientes que como inocentes entregamos a nuestros padres para que ellos sirvieran de interlocutores ante aquellas majestuosas creencias de escolares de camisa blanca?. Falsos ilusionistas de niños.
Porqué dignificar ahora el pacto papi y mami con los partidos políticos, si a quienes deberíamos criticar están envejecidos viéndonos crecer.
No sólo con los bucales de leche y el nacimiento del redentor estaban compaginados los progenitores, sino con aquella frase: pregúntale a tu papá; era parte de un ciclo maligno que ya tenía un final. Quienes queríamos ir al parque de diversiones o al Paseo Colón, veíamos truncados los planes al ver una negativa que parecía objetiva y desligada.
Ilusos que fuimos, pues la componenda estaba armada. Como si la decisión de mi papá iba a parar a mi mamá de la cama para llevarnos.
No quiero profundizar. Son muchas las cosas que ahora recuerdo, como los viajes sorpresivos al médico y el olvido de los dulces por parte de papi o mami.
Si bien la verdad persigue todo lo expuesto, hay algo que supera todo esto. Un abrazo amigo y un beso sincero de mami o papi, calmaba el desespero de una mala calificación, una caída, la soledad de los apagones, o lo peor de este mundo; CORTARSE EL PELO.
Se equivocan. El pacto papi y mami ha existido desde siempre en Venezuela, y ha tenido como encubridores al "Niño Jesús" y al "Ratón Pérez".
Sí señores. Papá y mamá siempre han querido engañarnos, y para ello hicieron un pacto. Creen ustedes que debajo del arbolito o cerca de la cama aparecían los regalos por "obra y gracia" del Señor.
No era un niño empañalado que cargaba una bicicleta con un saco blanco, como yo me lo imaginé. No era un ratón, a quien yo aseguré ver muy parecido al de Energizer (casi una rata). Ahora ¿dónde están las cartas y los dientes que como inocentes entregamos a nuestros padres para que ellos sirvieran de interlocutores ante aquellas majestuosas creencias de escolares de camisa blanca?. Falsos ilusionistas de niños.
Porqué dignificar ahora el pacto papi y mami con los partidos políticos, si a quienes deberíamos criticar están envejecidos viéndonos crecer.
No sólo con los bucales de leche y el nacimiento del redentor estaban compaginados los progenitores, sino con aquella frase: pregúntale a tu papá; era parte de un ciclo maligno que ya tenía un final. Quienes queríamos ir al parque de diversiones o al Paseo Colón, veíamos truncados los planes al ver una negativa que parecía objetiva y desligada.
Ilusos que fuimos, pues la componenda estaba armada. Como si la decisión de mi papá iba a parar a mi mamá de la cama para llevarnos.
No quiero profundizar. Son muchas las cosas que ahora recuerdo, como los viajes sorpresivos al médico y el olvido de los dulces por parte de papi o mami.
Si bien la verdad persigue todo lo expuesto, hay algo que supera todo esto. Un abrazo amigo y un beso sincero de mami o papi, calmaba el desespero de una mala calificación, una caída, la soledad de los apagones, o lo peor de este mundo; CORTARSE EL PELO.
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