La mamá de Moisés lo llama a cada rato. Parece tener pilas Energizer, por eso de que duran y duran. Sus vidas transcurren entre medicinas: de 7 de la mañana a 7 de la noche.
Moi, como fue presentado, se aferra a su hermano: un silente compañero que le tocó ser guardián de los pasos del pequeño.
Su mamá dice que es terrible, que tiene mucha hiperactividad y que al final del día termina cansada. Pero esa madre no deja de sonreir y está orgullosa de los dientes que ya tiene Moi.
"Los dientes Moi. Muestra los dientes Moi".
Le gustan las cámaras y le molesta que lo carguen, por eso recorrió de punta a punta la Casa Hogar Sonrisa en la isla Teléforo en Guanta. Sin zapatos, el pequeño.
Este sábado, su mamá tuvo ayuda. Ella se entretuvo coloreando, quizá pensando un poco en el futuro de sus chamos.
Comió sola, como no lo había hecho en algún tiempo. A Moi le aplicaron la del avioncito; una que llaman Doryel. Manejó, se cayó y hasta se metió en la piñata. Aunque hay que decir que no le gustó. Lo cargaron, no lo entienden.
Moi dijo "hola" a sus casi tres años con tan solo tocarle la ventana. "Chocó esos cinco" y le lanzó un súper beso a Carmencita, a quien miró toda la mañana. Consiguió una amiga llamada Donelys y no dejó que un par de payasitas le hicieran un dibujo en su cara.
Con Moi, llegaron casi de 20 niños más. Corrían por todos lados. Un carrito fue el motivo de pelea de Adrián y Carlos, y el Cuenta Cuentos malvado hizo molestar a Scarlet, una muy cercana amiga de Karlita.
Ramón encarnó una dura pelea con Jeferson, pero al final quedó vencido por la banda del fiel Daniel. Amelia quiso ser la protagonista del cuento y pensó que podía ocupar el puesto de la reina, a lo que Doryel y Vanessa saltaron para recordar algo sobre unas caducas coronas.
Ña Carmen y la Nena se la comieron. Perdón... nos la comimos, es decir, la comida que prepararon con una perfecta dedicación. Leyda lo certifica.
Esa casa es como mágica. Todo aparece y lo que tiende a estar malo, se arregla. Nada pareciera dañarse y hay recuerdos infantiles de quienes ya no están, que hoy sirven de distracción.
Es que abundan las ganas de muchos para que algunos superen una enfermedad que afecta a todos. Este lugar pudiera ser como el país: juntos trabajan a gusto para una recompensa inmensa: un sonrisa de un niño.
Bienvenidos!!!